No es necesario llegar a desarrollar un trastorno para ir al psicólogo y poder beneficiarse de la psicoterapia. De hecho, es preferible aprovechar los momentos de crisis, de malestar psicológico o las circunstancias adversas, como una oportunidad para aprender algo de uno mismo y crecer como persona.
Conocerte en profundidad, comprender tu forma habitual de reaccionar, así como tus recursos cognitivos, emocionales y conductuales, te permite recorrer tu camino en la vida sin quedarte atrapado en los conflictos con los demás. Incluso aunque vuelvas a encontrarte en situaciones parecidas, con la psicoterapia aprendes a afrontarlas de una forma distinta, más adecuada, creativa y con un menor malestar psicológico.
Lo que se experimenta sin conciencia, se repite.
De forma orientativa, hay determinadas situaciones en las que conviene considerar la posibilidad de recurrir a la ayuda profesional de un psicólogo:
La psicoterapia facilita la comprensión de las dificultades, y promueve el desarrollo de tus capacidades y tu creatividad, para encontrar nuevas formas de afrontarlas.